lunes, 13 de abril de 2009

Cuando el cine dejó de ser lo que era...

El otro día preparando un programa para la radio por internet que pueden escuchar por este blog, conversaba con Paloma Suazo sobre algunas cosas que nos molestan ya que ese fue el tema que tomamos para hacer el programa; y entre las tantas cosas que salieron a la luz, recordábamos lo que nos molestaba de los cines. En verdad son varias las cosas que me molestan del cine, empezando por los que no pueden quedarse callados en toda la película, que cuentan lo que va sucediendo y peor aún lo que va a suceder. Los que tienen el volumen del repique del celular a todo volumen y con alguna canción escandalosa, que precisamente suena cuando uno está mirando la mejor parte. Los que llegan al cine en grupo y típicos chongueros o pendejitos se hacen los vivos molestando a la gente o entre ellos y tirándose cosas... especialmente la canchita... que claro está cambia de nombre según el cine al que vamos. Si vamos a Larcomar o a los Cines de Eysha acompañando a las Cárdenas Gil o a las Quintanilla debemos llamarla Pop Corn.... si vamos con los huamán o los quispe a MegaPlaza de Los Olivos es cancha... al igual, sucede con la gaseosa coca cola. En Los Olivos es Coca Kola mientras en el balneario sureño es COKE...... Para la gentita cool de Asia, las películas por lo general son en inglés y no tienen letritas de traducción, en caso haya doblaje es con actores como Bruno Pinasco, Johanna San Miguel; para la gente de mega plaza, las películas son siempre traducidas al peruano... ojo no español sino peruano... porque en vez de ponerle en la pantalla (que por lo general es la pared) un texto como "Si, tienes razón", la traducción que escriben es "Ta que causa!!! ta que como tiras uon!!!!!!".
Pero no salgamos del tema, una de la cosas que también me molesta y en demasía, son las parejas (la vaca nunca se acuerda cuando fue ternera) que llegan al cine para "escuchar" la película y confundirse en apasionados besos y manoseos en todo el espacio que puedan acaparar, aprovechando la oscuridad de la sala y muchas veces mezclando con el ambiental de la película algunos quejidos propios de situaciones muy sórdidas (estoy leyendo demasiado la columna de Beto Ortiz en perú 21)...
Pero una de las cosas que más puedo odiar y con toda mi alma es ir acompañado con alguien que en medio de la película te mire con los ojos del gato con botas de Shrek y te pida con voz lánguida que salgas a comprar algo para tomar y comer; claro uno siempre pensando que por sus buenas acciones luego podrías salir recompensado y recibir algo a cambio....
Lo jodido es salir del sitio donde te encuentras ubicado, uno que llega temprano, con antelación, premeditación , alevosía y ventaja y se ubica en el medio del medio como situándose en ese lugar perfecto para poder escuchar y ver la película como si fueras parte de ella.... Los cines modernos, cómodos muchos de ellos, por aminorar espacio prácticamente usan como respaldar de las sillas las rodillas de quien se sienta atrás. El tamaño máximo permitido para estar cómodo oscila entre el metro setenta y cinco a metro ochenta.
-"Permiso", "Señora perdón", "Me permite?", "Ups perdone".
Por fín llegué al lounge (mierda, ésta si no me la sabía) donde se ubica la típica señorita uniformada hasta las orejas con el logo del Cine, de colores más que brillantes mientras yo, incauto escucho que lanza todos los combos, ofertas y promociones permitidas. Antes era tan simple comprar un bolsa de cancha (ojo en Los Olivos, entran los vendedores del semáforo de la esquina de Panamericana Norte con Yzaguirre ofreciendo "canchita salada dulce, habitas, maní , pasas").
Compré al final, dos cajas grandes de pop corn (todo para decir que estaba en cine ficho), dos vasos enormes de COKE, dos tiras de caramelo, un cabanozzi (si para mi , y?) , dos bolsas de gomitas y un hot dog con mostaza (no, te equivocas, éste si es para ella).
Gracias a la bandeja que me entregó la señorita ésta que describía líneas arriba, pude empezar a movilizarme llevando todos los implementos anteriores y claro habiéndome ya perdido por los menos sus buenos 20 a 25 miutazos de película. Uno de los jóvenes del cine me abre la puerta de la sala, le agradezco como puedo con un simple movimiento de cabeza, y claro todo obscuro por dentro, me acerco arrastrando los pies a uno de los lados para bajar las escaleras, no habían luces en el piso más el contraste de venir de la luz a la oscuridad me limitaban (contando mi edad avanzada) la visión del lugar...
Caminé una, dos, tres escaleritas y a la cuarta.... ZAS!!!!, gracias a la señora que dejó la bolsita de las compras de Ripley sentí que mi estabilidad se ladeaba, al querer enderezarme y dar el siguiente paso no encontré piso (es que ahí estaba el quinto escalón) y todo empezó a perder gravedad. Ya no eran los lánguidos gemidillos de la chica los que se confundían con el ambiental de la película sino un "concha su....." míos mientras el pop corn o cancha como deseen llamarlo empezaba a experimentar la sensación de ser libre y volar (nunca tan literal) como el viento, los mortales que ejercían en el aire las dos inmensas jarras de Coca Cola que se disparaban como ráfagas de metralleta a cuanto observador de la película había a distancia. El hot dog que se había pegado con la mostaza a mi camisa nueva y que acompañaba a paso lento mi caída. La graciosa y linda bandeja roja (seguro robada del food court o salón de comidas de larcomar) que golpeaba a una señora al lado derecho del moño... ahora ya eran los gritos de las personas los que callaban la película mientras yo continuaba mi largo descenso por las escalinatas rodando hasta el primer asiento. No entiendo porqué tuvieron que prender las luces del cine para que entre un joven muy amable que me "acompañó" fuera de la sala para que pueda limpiarme.
Sin duda, cuando me dejaron volver a entrar a la sala, la chica que me acompañaba no hacía más que reírse de lo que ocurrió esa noche; no obtuve lo que quería, no ví la película y encima... no comí nada. El cine en serio, dejó de ser lo que era... Que viva el cable

6 comentarios:

Dai dijo...

jajaja, qué situación... tan incomoda.
Te juro que si estaba ahí me atoraba de la risa.

Cosas que pasan pues, ¿no? (risitas)

¡Qué tengas un buen día! ¡No vayas al cine!

Dante Lorenzo dijo...

Si en serio... que viva el cable!!! Cosas que pasan

Anónimo dijo...

jajajaja.. en verdad... me rei cuando me lo contaste y me he vuelto a reir mucho. volo la imaginación como al parecer volaste tú.


soy yo... Paloma Zuazo
Zuazoo!! no Suazo :)

Paloma dijo...

volvi a leerlo.. volvi a reirme como cuando me lo contaste
i vuelvo a decirlo Zuazo :)
jaja no no en verdad fue muy divertido imaginar la caida jajajaja

Ale dijo...

jajajjaja, lo de la caida es estupendo con la descripcion total !!!

A mi me encanta el cine !!!!!

Danitza dijo...

JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAAAAAAAAA!!!
Me rio porque no estuve ahi...ya sabes!! jajajajajajajajajajajajajajajajaja
Ya, jamas podremos ir al cine, yo soy de las personas que meten chongo en el cine...damn! xD