lunes, 28 de septiembre de 2009

EL AMOR ES CIEGO, SORDO, MUDO... Y TONTO

En momentos en que la creatividad y la inspiración decidieron escapar, tal vez celebrando unas merecidas vacaciones, a mí se me ocurre escribir del amor; pero antes de crear falsas expectativas en esas dos o tres personas que me leen, les diré que no será una linda, tierna o recomendable historia de amor; mucho menos (sobretodo viniendo de mi), daré algunos tips de “cómo hacer que esa persona se enamore perdidamente de ti” o cojudeces que podrían parecerse a un anuncio de alguna tarotista, del “Huachano” o alguna bruja une parejas o hacedora de amarres. Jossie no te resientas.




Las mariposas en el estómago.

Amigo, amiga (que pacharaco puede sonar eso), si estás sintiendo que tienes mariposas en el estómago, no es que hayas dormido con la boca abierta y las hayas tragado, tal vez, mientras tenías uno de tus sórdidos sueños; y ojo, sin ser entomólogo, es imposible que te tragues una, menos dos y sigan vivas en tu estómago; así que no seas cojudo (a), no son mariposas; sino que estás a punto de recibir la visita del “Síndrome del AMOR”.

Así como cuando te vas a resfriar y sientes que el virus avanza en tu cuerpo haciéndote sentir débil, cansado, algunos mocos que empiezan a chorrear, estornudos y más… pues el virus del amor hace lo mismo. Ataca a cualquiera indiscriminadamente, niños, jóvenes, adultos, Mayores, etc; y uno de los primeros síntomas dicen, son esas “mariposas”.

El amor es sin duda el sentimiento que todos en alguna oportunidad hemos sentido (y no me excluyo porque vaya que sí he estado cojudamente enamorado alguna vez), nos transforma en los seres más tontos que habitan la tierra. ¿Qué persona en estado normal, dibujaría corazones rojos con el nombre de la persona que te gusta en un ladrillo previamente pintado de blanco, simbolizando la construcción de un gran amor? ¿Quién, sin estar tontamente enamorado, volaría a otra ciudad, solamente para estar con alguien por un tiempo?




El amor es ciego, sordo, mudo… y tonto.

El amor nos ciega, o mejor dicho, nos hace ver sólo lo que el amor quiere. Podría hacernos ver, como si estuviésemos poseídos por una locura indescriptible, convertidos en grandes gigantes (redundancia total) a molinos de viento (tranquilo mi quijote).

El amor, no entiende ciertamente de belleza, y convierte a la mujer más fea en tu amor por siempre. Cuántas veces no se dijeron las frases: ¡Qué demonios haces con él (ella)”; “Qué tal estómago tienes”. Seguro, no entiende de figuras ni formas; de razas ni de credos y últimamente, saliendo del clóset, tampoco entiende de sexos (sao). Ya dice el dicho, de gustos y colores…

Igual, nos ensordece y no nos permite escuchar lo que la gente nos dice; generalmente, los grandes rajes de la pareja, cierto o no: “ASU!, ese (a) es un (a) jugador (a)”. “Tu marido es un pendejo”; “Ví a tu novia agarrando con otro”, etc. Y eso, muchas personas (sin duda los más tontos), aún con todo lo que dicen, siguen creyendo que sus amores, son unas santas palomas, y se pelean con las personas que le dieron el sano consejo de terminar. Recuerda la frase de tu madre (y una vez Ariana hizo un post sobre ello y yo retomaré algo en un próximo día):”Él no te conviene”,claro a ello tu respondes (como dice Fio); “Me enamoré de ti y qué?”.

Nos enmudece el amor porque somos capaces de callar, no opinar, decir, manifestar lo que tengamos en mente.

Y es que en este mundo actual, entre las personas que twittean, chatean o huevean en el facebook, existen hasta amores virtuales que nacen bajo el oscuro saber de si existe o no. Así empiezan miles de amores; y tanto hablamos de amor que nos olvidamos que la mayor parte de las cosas en este mundo, medio loco, tienen un lado opuesto; y que como se alegran algunos por un “amor” que nace, otros por lo mismo lloran y hasta por amores que terminan.

lunes, 21 de septiembre de 2009

EL AMOR ES MUDO....

martes, 15 de septiembre de 2009

AMIGOS Y ALGO MÁS

Siempre pensé que éramos amigos (y algo más).

Era gracioso como hablábamos de los problemas que teníamos con nuestras parejas y después mirarte a los ojos y darte un beso. Claro, siempre fuimos amigos (y algo más). Si estuvo bien o no, creo que no puedo yo ahora juzgarlo, porque aunque no debió pasar como decía alguien alguna vez, claro porque ese alguien no vivía lo nuestro, pues fue de lo mejor.

Si soy fiel? No es difícil pregunta, pero sí, difícil respuesta. Claro que lo soy, pero fiel a mis ideas, a lo que quiero, a lo que me gusta. Fiel, fiel no creo que pueda llamarse, tampoco una mierda. Algunos podrían decir que era un momento de confusión, al final éramos amigos (y algo más).

Seguro y le comentaré a Ariana, una de las personas que mejor escriben a modo personal, a ver si toca el tema de la fidelidad o de los amigos. Eso sí, no debemos confundir, no es que ella tenía a Otro (osea yo) y yo tenía Otra (osea a ella), sino que ambos nos teníamos para poder conversar (y a veces más que eso) de las cosas que sucedían con los otros (esos si eran los otros, punto aparte, si alguno de los otros está leyendo esto pues ya era hora que se enteren, no?). Al final, claro, somos amigos (y algo más). Como le decía a la Zuazo, que ahora adoptó un cambio de 180 grados a la derecha, convertida ya en una estudiosa ejemplar, nunca debes confundir las cosas porque algunas pueden ser muy dolorosas, y no es broma.

Y es como sucede, que al confundir las cosas, muchas personas tienden a encontrar en sus amigos, y muchas veces en los mejores amigos, a las personas perfectas para ser las próximas o las mejores parejas. Aunque, en muchos de los casos, tal confusión no es más que convertir a la persona con la que tenemos mejor relación y con quien solemos hablar más en lo que nos falta (esa media naranja, que bien también podría ser un medio guindón, un medio plátano (saoooo), un medio pomelo, o media fresa, depende del gusto). Y de hecho, que ser amigos, y buenos, es mucho más difícil que ser pareja; no en vano dicen que las parejas son pasajeras y los amigos para toda la vida. (claro, no hablo de mí, sino de las personas que tienen amigos).Y sobre esto, de una conversación suelta, me decía fifí (quien es mi hermana chica) que el amor es la evolución de la amistad y que una verdadera pareja serían además de ser pareja (redundante), buenos amigos. Y ella se pregunta “qué es lo que deberíamos buscar primero: el amigo que se convierte en tu enamorado, o el enamorado que termina siendo tu mejor amigo”. Al final, ella misma dice, todo llega por sí solo.

Dicen, eso sí, las malas lenguas, que no te deberías enamorar de tus mejores amigos; hasta el mismísimo Sabina dice en una de sus letras que “no puedo enamorarme de ti”; él quizás no pero yo lo haría una y mil veces más. Total, al final, siempre hemos sido amigos (y algo más).