lunes, 13 de julio de 2009

Una noche diferente

-“Y tú dónde vas?”, te pregunté. Saldré con unas amigas, es cumpleaños de una y vamos a ir a una discoteca en Miraflores me dijiste. Eran casi las 8 y seguíamos conversando; yo en realidad no quería irme, estaba feliz en el msn y mientras tanto, como podía, me iba vistiendo para salir. Pese al apuro, seguíamos hablando. Por momentos recordaba esas madrugadas cuando después del programa podíamos seguir por horas. No nos importaba que tuviésemos que trabajar o estudiar al día siguiente, simplemente continuábamos con algo que me gustaba.
Y aunque no te conocía, al dejar de hablarte te extrañaba, pensaba en cómo sería si alguna vez te conociera; pero la realidad me trajo de regreso; era hora de marcharnos, tú a tu fiesta y yo a la mía.
Salí de mi casa caminando, porque era cerca la discoteca y mi celular vibraba, eras tú que me escribías, varias cosas, y recuerdo en alguna desearte que pasases una divertida noche. Las horas iban pasando y ya, entrada la noche, mi celular seguía sonando y yo, al leer cada mensaje, reía sin saber lo que pasaría. En uno , me decías que bien bailaba negroide, y como sabes yo no lo bailo pero esa vez lo bailé y me asombré, comencé a mirar a los lados, miraba fijamente a la gente y te buscaba; tal vez como un sueño pero pensando que seria realidad aunque sería mucha coincidencia. Salí de la discoteca aún con la espina clavada y recibí otro mensaje entonces no dudé en llamarte. Me lo confirmaste, estabas al lado mío, me reconociste y no me saludaste; simplemente me miraste y me enviabas los mensajes. Ibas por Javier Prado en un taxi con tus amigas, te pedí que te bajes, que me esperes en la calle que iría a buscarte. Ya habían pasado las 4 de la mañana y se me fueron las ganas de irme a descansar a mi casa, ahora iba a Javier Prado con Cabiedes (así está escrito en la calle), y sentía que conforme avanzaba el taxi mi corazón se aceleraba. Más aprisa le pedía al conductor, la verdad seguía pensando si te encontraría o no. Tal vez, nunca bajaste de tu taxi y ya estarías en tu casa, pero quería creer, quería pensar que estarías ahí. Al llegar bajé dejándole el vuelto al taxista, me metí en una gasolinera y te buscaba, esa no era, te llamé de nuevo y caminé una cuadra y mientras iba entrando tu salías; recuerdo mirarte a los lejos y sentir una felicidad inmensa. Recuerdo algunas cosas de las que hablamos, recuerdo que tenías frío, me saqué la casaca de cuero y te la puse, mi celular había dejado de sonar y tus mensajes ya no llegaban. Ahora volteaba la cabeza y te veía, sentados en Cabiedes con Javier Prado, en la acera mientras sin luna, amanecía. Por una vez, no nos quedamos en el msn hasta tarde, por esa vez no me dijiste llámame que quiero escuchar tu voz. Sin duda, la mejor noche, una noche diferente. Aún hoy cuando a cualquier hora paso por esa esquina y miro a ver si te veo. Y sonrío. Esa noche del 5 para 6 de noviembre te conocí.

10 comentarios:

Meli dijo...

Esa noche, yo sabía q iba a la misma discoteca que tu. Nunca te lo dije pero lo planeé todo. Necesitaba verte, en vivo y en directo. Al llegar a la discoteca, me aseguré de mandarte mensajes hasta saber que habías llegado al mismo sitio que yo. Una vez segura que respirabas el mismo aire que yo, me dedique a buscarte. Había mucha gente esa noche y era cumple de una (no tan buena) amiga mía, pero apenas supe que celebraría su cumple en la misma disco a la que tu irías era suficiente.

Te busque entre la gente tratando de disfrutar la noche. (Obviamente era imposible, andaba pendiente de cada movimiento alrededor mío pro si eras tú)

Hasta q finalmente te vi a lo lejos. Recuerdo que mi primera reacción era esconderme. Tontamente me di cuenta que tu jamás sabrías quien era yo. Al segundo me relajé y sentí en mi ser, un sentimiento de tranquilidad. Luego, no pude con mi genio y jugué contigo. Te mandaba muchos mensajes y debo admitir hoy que gozaba de verte responder cada uno de mis pensamientos.

Sin embargo, pase toda la noche viéndote y jamás me atreví a acercarme y a enfrentar el momento. Tuve mucho miedo de arruinar la alegría con la que me hablabas cada noche. No quise echar a perder el momento y nunca me acerqué. Mi corazón quiso latir junto al tuyo cada instante de la noche pero mis pies no le permitían.

Finalmente al termino de la noche, mis cobardes dedos redactaron el mensaje que jamás pensé daría vuelta el rumbo de la noche.

Te decía que había estado a tu lado y tú no me viste. En ese momento recuerdo claramente que mis amigas me decían, que era una tonta. Q debí acercarme, que nada podía salir mal. Me animé a mandar el ultimo msje, el msje en el que te decía que era yo quien salió de la discoteca tras de ti esa noche. Q la verdad te miré cada segundo intentando disfrutarlos. Te revelé que había estado en el mismo lugar a la misma hora.

Me llamaste. Exigiendo que baje de ese taxi, que querías verme. Inmediatamente grité y dije en voz alta: Señoooor!!!! Pare el taxi. Bajo en la esquina.

...

Mis amigas no lo podían cree. Me reñían diciéndome que no te conocía que si estaba loca y que podía pasarme cualquier cosa.

Pero nada me importó. Quise decirte por fin que necesitaba tocarte. Que necesitaba mirarte a los ojos y que nada mas me importaba. y así lo hice.

Bajé en la esquina de Javier Prado un 5 para 6 de Noviembre. Parada por largo rato frente a un grifo esperanto por ti.

Lo demás lo vivimos uno frente al otro, cuando las fantasías se hicieron realidad...

Aunque no hubo luna, esa noche fue mágica.

Lilian dijo...

... sin palabras; tanto la vivencia de uno como la del otro, unidas por el mismo momento y a la misma vez.
Me ha tenido enganchada, me ha encantado.
Saludos para los dos.

Dendrita dijo...

Una noche diferente y lindísima :)
Me encantó tu relato. Yo adoro Noviembre, siempre me pasan cosas lindas.
Abrazos!!!

Sophie Amelie dijo...

wuau cuanta motivacion!
interesante historia, se nota el sentimiento
¿qué historia sigue?
nos leemos

gitanilla dijo...

q linda historia....no s cursi, es real ...me conmovió aunque no tenga vesos de amor.

Hace revivir algún momento parecido que otro haya pasado.

salu2 =)

Deray dijo...

Bonita historia,me enganchó.Un abrazo navegante

lys dijo...

Real como la vida misma, en estos días que nos ha tocado vivir, done las comunicaciones sin así de interactivas, pueden pasar estas cosas. Pueden, pero no de manera tan tierna y preciosa.

Un beso.

Giulianna dijo...

Que bonita historia, me ha encantado, te mando un besote.

Lenika dijo...

olaa que bonito, yo tamien te sigo, seguire pasando por aqui

un besiito

Alma Mateos Taborda dijo...

Bella historia y lo bueno, es que fue de a dos, un logro perfecto. Abrazos.