lunes, 10 de agosto de 2009

Mi sueño o el tuyo?

Hay cosas que no sabes como suceden.
Como gracias a un malentendido en el msn uno apareció en la cuenta del otro. Recuerdo la noche de los chocolates, Recuerdas? Parecía que jugábamos al amigo secreto. Tu hermana que ahora ya es “demasiado” grande y que cuando nos conocimos jodía como loca y me parece que en un momento gritó algo que en todas las cabinas se escuchó.
Somos muy parecidos; yo, por naturaleza soy una persona que no suelo quedar con gente para salir o hacer cosas; siempre tan antisocial; y contigo, cada vez que hablamos siempre es un “ya mañana te llamo”, o “ya nos juntamos de hecho”. Ambos siempre que nos vemos, como hoy, decimos, al menos por mi lado es verdad, que siempre pienso en llamarte o cuando paso por la puerta de tu casa (todos los días) digo que bajaré del micro para visitarte, o tal vez, cuando veo la caja que una vez me dejaste en mi oficina recuerdo cosas y sonrío; y tú me dices siempre que ibas a llamarme. Seremos ingratos por y para siempre.
Pero aún así y pese al tiempo que ha pasado, cuando te veo la sigo pasando bien. Cuántas noches de puchos, chelas, telefunken, viendo pelas en mi casa, algunas noches de radio, por ahí una que otra foto, los interminable e innumerables cafés en Larcomar que como bien sabes eran la perfecta excusa para verte. Así como hoy.
Da lo mismo comer chifa, caminar bajo la lluvia ( tu corres por tu pelo lacio), que nos boten de un grifo por tomar fotos, que se caiga el asiento del bólido y yo quede mirando el techo del carro, tomar fotos a la pileta o a los nombres de las calles; buscar la casa de tu tía y que te creas la dueña de la pista (estabas mal estacionada así digas lo contrario).
Así que dices que me cumpliste mi sueño no?, pues yo tal vez diría que fue al revés, al menos te sigues poniendo nerviosa y hasta prendes el cigarro al revés? Jajajaja.
Hoy comprendí porqué me era tan fácil escaparme del trabajo para juntarnos en la misma mesa frente al mar en el café café de Larcomar (así nos caguemos de frío) y poder verte; aún si es que tenía que recorrerme media ciudad en hora punta para llegar aunque sea cinco minutos a esa mesa. Así como tú te armaste de valor para llegar una tarde a mi oficina y enviarme con un jardinero una bolsa de papel con una cajita donde están todos los recuerdos escritos en una nota con mis 5 soles ( solamente alguien tan atorrante como tú podrías devolvérmelos). Y sabes, aún estoy esperando que cumplas lo que dice la nota: “… pero así quieras o no, ten por seguro que voy a ir a buscarte y pobre de ti que no quieras hablar conmigo ah”. Ah y si no te lo dije en esa oportunidad pues sí, no pensaste las cosas antes de hacerlas, debiste dármela tú en la mano o en vez de meter todo en una caja, vernos y que sea diferente. Qué tonta al pensar que iba a botar la caja, pasaron más de 4 años y sigue igual.
Y recordaré algo que te apuesto tú no (ahora te cago). Una noche, de tantas, llegamos a tu casa en mi bólido y fumamos ese cigarro, ese último cigarro de la noche (una clara excusa más), y a la hora que te ibas a ir me dijiste “bueno hablamos no?, estamos en contacto” y abriste la puerta, hiciste el gesto de querer bajar y volteaste y me diste un beso. Luego bajaste sin decir más nada y caminaste hacia tu casa sin voltear.
Una noche de agua, motor, comida y buena compañía.
Buenas noches…

4 comentarios:

Alma Mateos Taborda dijo...

Hoy vi las puertas abiertas y entré para curiosear y la verdad es que me he encontrado con una persona maravillosa, llena de una frescura encantadora. Los escritos te delatan y eso me ha llegado mucho. Felicitaciones. Te sigo. Un abrazo.

Danitza dijo...

vamos a comer chifa? xD

AndyPeCas dijo...

Puesque lindo resultó ser ese relato y que no daría y por espiar el contenido de la cajita....

Besos!

Paloma dijo...

asu.. tu si ah!