viernes, 13 de febrero de 2009

UNA NOCHE CUALQUIERA

10:40 p.m.
- Maldición!! dónde mierda estás? Por qué te demoras tanto???
- Cojudo estoy abajo esperándote hace horas, no escuchas el claxón...
- Eso no es claxón ... es una cornetita de mierda. Ya ya pera pera .. estoy bajando..
Yo sabía en el fondo que no llegaríamos a tiempo, pensaba mientras esperaba el ascensor. "este huevón maneja más lento que mi abuela, así que estamos jodidos".
Sin duda yo quería más que cualquiera de los otros 3 llegar antes, tenía que ganarle a ese estúpido de Alessandro, si él la veía a ella antes que yo, seguramente iba a empezar a hablarle a pedirle para volver y la cagada. Si me gana por puesta de mano ya después yo no podré estar tranquilo.
Le mando un mensaje? La llamo? me preguntaba por dentro... una parte decía que espere tranquilo, que a veces es mejor saber mover las piezas que apurarse y perder. Pero en sí, ya llevaba muchas batallas perdidas, obvio mi pinta no era igual a la de él, pero hacía siempre mi mejor esfuerzo, además últimamente la atención de ella se centraba en mi. Estuve horas mirándome cual mujer al espejo combinando todos los tipos de ropa que tengo en el closet para encontrar la mejor.
Genaro seguía manejando por la Javier Prado, los semáforos cambiaban más rápido de lo que él podía manejar. Quien mierda le manda también traer el carro de su viejo, un tío de unos 50 años, pero que heredó este carro de su abuelo... Esos ford, los lanchones de los 60; cuando no había mujer que resistiese montarse .... ah, tampoco a montarse en el carro.
"Concéntrate imbécil... piensa en lo que vas a hacer esta noche", me reclamaba por dentro. En eso , siento el golpe de Cristiano en mi cabeza... "Ya pues oye, enamoradito, me prestas tu encendedor o no?", me repitiò supuestamente por tercera vez, yo rebuscaba en los bolsillos pero por el apuro en bajar lo olvidé en el baño.
-"Imbécil". me dijo él riéndose cachosamente.
En realidad no me importaba, yo seguía pensando solamente en llegar para poder verla; pero el tráfico se hacía cada vez mas pesado, las filas de carros se volvían interminables en el horizonte.
-"Giovanni, préstame tu celular",le dije con voz de desesperación.
-" No puedo loco, no tengo saldo. No te desesperes ya vamos a llegar".
Mierda pensé, ahora sí me jodí.
Los malditos carros no se movían, me agarraba la frente sobándomela de la desesperación, pensaba que no era mi noche, saqué mi paquete de cigarros aplastados del saco y tomé uno. Mierda volví a pensar, el encendedor lo dejé en mi baño.
El sonido de la ambulancia que pasaba al lado nuestro, no me dejaba escuchar lo que Genaro seguía recordándome de las mujeres. Yo seguía pensando en ella; pensaba en por qué no le dije ayer para estar? Qué estúpido soy!!!! Esa era mi oportunidad, ahora este imbécil de alessandro estará pegadísimo y alejarla de él será jodido.
A paso lento nos acercábamos al cruce, deteniéndonos a cada centìmetro, los sonidos eran ensordecedores, una par de ambulancias, dos patrulleros, lo de siempre, un borracho se pasó el semáfono en rojo y chocó ese carro negro matando a las personas que iban dentro.
Esa noche, llegamos tarde como era de suponerse, Alessandro estaba en la puerta, sonreí al verlo pero él no me sonrió, pensé entonces que algo andaba mal.
Hasta el día de hoy pienso que tal vez fue mejor no haberle dicho nada la noche anterioror; o tal vez, hubiese sido mejor que nunca hubiese terminado con Alessandro, o tal vez mejor, hubiese sido que nunca quedásemos para encontrarnos en esa fiesta.
Tal vez, hubiese sido mejor, que nosotros la recogiésemos en ese Ford viejo, a dejarla que vaya en ese carro negro.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Interesante

Anónimo dijo...

la tipica historia cojuda en la que alguien tiene que morir y que pudo evitarse, gran estupides

Anónimo dijo...

por eso no tomen si vas a manejar y estupidez es con "z"